Maldiciones imperdonables

Las maldiciones imperdonables, también conocidos como los maleficios imperdonables[11], son tres de los hechizos más poderosos y siniestros conocidos en el mundo mágico. Éstas son herramientas de las Artes Oscuras y fueron clasificadas por primera vez como «imperdonables» en 1717, con las sanciones estrictas asociadas a su uso.[2] Las tres maldiciones corresponden a la Maldición asesina (Avada Kedavra), la Maldición Cruciatus (Crucio) y la Maldición Imperius (Imperio).

Durante la década del 1990, el uso de cualquiera de estas tres maldiciones sobre otro ser humano, sea muggle o mago, resultaría en una sentencia de por vida a Azkaban, a menos que hubiese la suficiente evidencia de que el lanzador estuviera bajo la influencia de la Maldición Imperius. A los aurores se les permitió su uso durante la Primera Guerra Mágica, y durante el auge de la Segunda Guerra Mágica bajo el régimen de Lord Voldemort las maldiciones fueron legales[3], aunque esto último seguramente fue derogado luego de la derrota de Voldemort.

Bellatrix contra Sirius
  1. En la mayor parte de la traducción al español de Salamandra para Latinoamérica y Cono Sur. ↩︎

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